—¿Cuál es el problema? ¿Estás tratando de decirme que sacaste nueve puntos? —dijo Yan Zhihong con desdén, pero no creyó por un segundo que Hao Jian pudiera vencerlo.
—Lamento desilusionarte, ¡pero de hecho saqué nueve puntos! —Hao Jian se rió y luego, con su otra mano, volteó dos cartas: un diez y un nueve, definitivamente una mano de nueve puntos.
La multitud no pudo evitar mostrar una señal de sorpresa. ¿Este tipo realmente sacó nueve puntos? Todos habían sido devorados por Yan Zhihong, solo para que Hao Jian revirtiera la situación y lo venciera, sacando nueve puntos en la primera ronda. ¿La suerte de este tipo era de verdad?
El rostro de Yan Zhihong se puso verde, pero rápidamente recuperó la compostura. Arrebatando su mano, espetó:
—Es solo suerte de principiante. ¡No te emociones demasiado pronto!
Hao Jian se encogió de hombros con indiferencia:
—Menos charla, ¡entrega mis ganancias!