Ya habían pasado cuatro días desde que se confirmó la relación entre Hao Jian y Xiao Qiang. En estos cuatro días, Hao Jian a veces traería algunos suplementos de salud para Xiao Qiang, los cocinaría para ella y luego se los alimentaría personalmente. Después de todo, la condición física de Xiao Qiang tenía algo que ver con él, y ella había visto el lado tierno de Hao Jian. Su reacción se reflejaba en la sonrisa cada vez más radiante en su encantador rostro, una sensación de felicidad que la convencía de que había elegido a la persona adecuada.
—Xiao Qiang, una vez que termines estos, te llevaré a la oficina de ventas para ver si hay una casa adecuada...