—¡Hmph! Hao Jian, si no te hubiera encontrado hoy, entonces no habría sido nada. Pero ya que el destino te ha puesto en mi camino, si yo retrocediera ante ti, ¿cómo podría la Familia Ye y la gente de la Ciudad Capital mirarme a mí, Ye Wenying?
—Hoy, este joven maestro está decidido a ver si yo, Ye Wenying, puedo cambiar las tornas!
La cara de Ye Wenying estaba helada, no prestó atención a la intención asesina que irradiaba de Hao Jian, porque esta vez no tenía intención de usar la fuerza física para resolver el concurso con Hao Jian —tal confrontación sin duda terminaría en su pérdida, sin importar cuántas personas tuviera de su lado.
Hao Jian era notoriamente duro en una pelea, no cualquiera podía derrotarlo. Como la destreza marcial no era opción, se debían explorar otras vías.