—Está bien, habla, ¿de qué se trata?
Después de salir del hotel y subirse al coche de negocios Mercedes del Secretario Zhang, Hao Jian primero miró a los tres Soldados de las Fuerzas Especiales sentados atrás, luego al Secretario Zhang que estaba en el asiento del pasajero, y habló indiferente.
Primero fue Qin Hai quien vino buscándolo, y luego este tipo irrumpió y ensució la situación que originalmente estaba bajo control; si no fuera por él, Hao Jian ya se habría encargado de ese Qin Hai hace tiempo.
Después, fue el tira y afloja con la Familia Qin, había considerado todas estas consecuencias, pero nunca pensó que el Secretario Zhang y los demás vendrían a buscarlo. Sin embargo, después de reflexionarlo, Hao Jian también sintió que estaba bien escuchar primero con qué necesitaba ayuda el ministro. Qin Hai tenía que ser tratado; dejarlo ir ahora solo le daría unos cuantos respiros más.
—Será mejor que eches un vistazo a esto primero...