—¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí? —preguntó con impaciencia Mo Mingquan en cuanto se abrió la puerta, mirando la joven cara delante de él.
—Jeje, ¿Director Mo, verdad? No es bueno, acabo de ver a un insecto venenoso meterse en su oficina. ¡Este insecto es realmente venenoso, y si le pica, puede despedirse de su miembro! —habló Liang Fei con una sonrisa, a propósito con un tono misterioso.
—¡Tonterías, sinvergüenza, lárgate! —gritó Mo Mingquan al ver la mirada afectada en el rostro de Liang Fei, supo que era una broma y su rostro se volvió azul hierro, listo para cerrar la puerta de un portazo.
—Jeje, Director Mo, ¡estoy diciendo la verdad! Ah, no es bueno, ¡el insecto se ha trepado por la pierna de su pantalón! —anticipó Liang Fei esta reacción y continuó fingiendo sorpresa, mientras subrepticiamente usaba su Dedo Giratorio de Oro para enviar un hilo de Poder Espiritual a la pantorrilla de Mo Mingquan sin que este se diera cuenta.