—¡Boom!
Liang Fei, como una flecha veloz, corrió hacia el cuarto privado donde estaba Jin Ye, pateó la puerta cerrada con fuerza hasta sacarla de sus bisagras y cargó hacia adentro.
Dentro de la habitación, el joven maestro de la Familia Jin, al ver a Fang Jieru controlada por dos guardaespaldas, incapaz de moverse, estaba a punto de aprovecharse de ella con una sonrisa lujuriosa cuando de repente oyó un ruido fuerte en la puerta. Se asustó tanto que se colapsó en el suelo, pálido como la cal.
—¡Whoosh! ¡Whoosh!
Los dos guardaespaldas, obviamente maestros del boxeo, se dieron cuenta de que había llegado un oponente formidable. No se atrevieron a ser descuidados, inmediatamente soltaron a Fang Jieru y atacaron a Liang Fei desde la izquierda y la derecha con sus puños.
—¡Muere!