—¡Ah!
—Fang Jieru no estaba prestando atención y casi pierde el control de su delicado cuerpo, por poco tira a Liang Fei al suelo.
—Fue un placer que nunca había experimentado personalmente, pero parecía que lo había sentido así en un sueño una vez. Solo que, ese sentimiento en el sueño era tan elusivo e intangible, justo como la niebla que la rodeaba ahora y que podía desaparecer en cualquier momento.
—Sin embargo, el sentimiento que Liang Fei le daba ahora era real.
—Después de tomar unos días de descanso, Liang Fei estaba trabajando en la empresa cuando de repente recibió una llamada de Qian Zihao.