—Bajo la guía de Chen Feihu, Zhou Yu y los demás llegaron a la cámara subterránea del bar.
En la tenue iluminación de la cámara subterránea, vieron a Mi Zongqiang atado a las rejas de hierro, su cuerpo cubierto de sangre, tan miserable como uno podría estar.
Mi Lan estaba tan asustada que su complexión se volvió pálida y se escondió instintivamente detrás de Zhou Yu.
—Lo siento —Chen Feihu dio una sonrisa avergonzada—. Temía que este tipo no dijera la verdad, así que utilicé algunos métodos.
—Mm —Zhou Yu asintió, luego preguntó—. ¿Qué ha confesado?
—Dijo que el secuestro de la señorita Mi Lan fue idea suya —respondió Chen Feihu—. La Familia Yan siempre ha querido hacer de la Familia Mi un clan subordinado, y Mi Zongqiang aprovechó esto, queriendo que la Familia Yan actuara contra usted y la señorita Mi Lan.
Zhou Yu ya había adivinado este punto.
—¿Qué pasa con la villa de la Familia Mi estando vacía? —inquirió Zhou Yu.