Después de ver a Zhou Yu, la cara de Xu Pingchang cambió drásticamente.
—¿Dónde está el Anciano Ying?
Zhou Yu sonrió levemente:
—Desde que ya te alcancé, ¿qué crees que le pasó?
Esta afirmación era autoexplicativa. Un destello de pánico cruzó los ojos de Xu Pingchang, y gritó con un tono feroz pero atemorizado:
—Zhou Yu, si te atreves a matarme, la Familia Xu nunca te dejará ir.
—Toda tu familia morirá.
Al escuchar esto, los ojos de Zhou Yu se estrecharon, seguido de otra bofetada en el rostro.
¡Smack!
Xu Pingchang fue golpeado brutalmente de nuevo, rodando por el suelo hasta que chocó con una gran roca, emitiendo un sonido seco de huesos rotos al impactar.
—¡Ahhhh!
Zhou Yu dio un paso adelante y llegó justo frente a Xu Pingchang.
—¡Puedes seguir amenazándome!
Después de recibir dos bofetadas consecutivas, Xu Pingchang estaba en un dolor insoportable e incluso ligeramente delirante. Repetidamente agitaba sus manos.