Tan pronto como se pronunciaron estas palabras, el rostro de Huo Xing de repente se volvió extremadamente desagradable. Él, el digno líder de la Tribu Estrella, experto en adivinación celestial, nunca había esperado ser engañado por Hei Gu. Pero eso no era lo que más lo enfureció. Lo que más lo enfureció y le llenó de temor el corazón fue que había estado prediciendo la desgracia para el Clan del Gu de Sangre durante veinte años, pero nunca pudo deducir la fuente. Y justo ahora, las palabras de Hei Gu revelaron inequívocamente su ambición. La fuente de la calamidad no era otra que Hei Gu, quien siempre había mantenido relaciones amistosas con él. Este hombre ahora estaba revelando completamente su ambición.
—¿Qué indicaba esto? ¿Podría ser que estaba completamente preparado?