—¡Pierdete! —gritó una voz fresca.
Al oír esta voz, Xiao Yi se detuvo abruptamente, sus ojos instintivamente mirando en la dirección de la voz.
Con esta mirada, el rostro de Xiao Yi involuntariamente reveló una pizca de sorpresa.
Vio a una chica justo delante, vestida con un simple atuendo deportivo que era totalmente incapaz de ocultar su inmenso encanto, de pie allí con una expresión fría y sin ningún signo de emoción en su rostro. Frente a ella estaba un hombre alto y guapo de aproximadamente 1.95 metros de altura, bloqueando directamente su camino. Detrás de él, varios jóvenes imponentes lo seguían a su lado.
A primera vista, parecían un grupo de hombres bromeando con la chica vestida de deporte.
Pero Xiao Yi no entretenía este pensamiento en absoluto, simplemente porque desde el momento en que escuchó esa voz, había reconocido a la chica como Zhao Yuhua, con quien asistían a clases juntos.