—Mínimo dos actualizaciones garantizadas, aún buscando votos mensuales y de recomendación para una explosión de motivación... —murmuró el narrador.
—————————————————
Capítulo Seiscientos Treinta y Dos: La Persona Salvada por el Doctor Divino Xiao
—El tío Chen ya está bien. —declaró Xiao Yi.
Después de echar un vistazo a la multitud en la puerta, la mirada de Xiao Yi finalmente se posó en Liu Yuan, quien se veía tenso, su ropa empapada de sudor. Una ligera sonrisa de alivio apareció en el rostro de Xiao Yi.
En el momento en que Xiao Yi terminó de hablar, tres doctores con túnicas quirúrgicas azules y elegantes, junto con dos enfermeras, empujaron una cama quirúrgica hacia afuera desde el interior. Cada uno de los tres doctores en túnicas azules fijó su mirada en Xiao Yi como si estuvieran completamente ciegos a los líderes del hospital en la puerta. Era como si Xiao Yi fuera el único que podían ver, sus ojos ardían con intensidad.