— que hace aquí— le dijo Dylan enojado y con una voz fría.
— no es asunto tuyo— le dijo ella con la cabeza echa un cao.
Dylan se acercó a donde estaba sentada Emma y la agarró por la muñeca. — es hora de que no vayamos a casa — Le dijo con una voz más suave.
— ¡yo no me muevo de aquí hasta que mi papá me explique lo que me acaba de decir!,"ok"—
— Emma te estoy diciendo que camine —
— papá estoy hablando contigo — le dijo mientras tiraba una botella que estaba en el escritorio.
— que quiere que te explique, ya no te dije que no eres mi hija que no pertenece a esta familia? —
Emma volvió a llorar al escuchar las duras palabras de su padre, se derrumbó en el el piso a llorar.
— llévate de aquí — dijo su padre a Dylan.
Dylan se agachó y la alzó en sus brazos la sacó de la oficina de su padre y la llevó hasta su auto. Una vez la acomodo en el asiento del copiloto él cerró la puerta y se dirigió al asiento del piloto, cuando subió se puso su cinturón y puso el auto en movimiento.
Su hombre hicieron lo mismo y siguieron a su señor, en el auto de Dylan habia un silencio incómodo Dylan no sabia cómo romper el hielo y Emma todavía le seguían saliendo las lágrimas, hasta que ella le dijo — ¿cuanto te costé? — en cambio él se quedó callado, cuando ella pensó que no le iba a responder.
— soló fue un trato entre tu padre y yo — le dije él.
— mmmm, ¡un trato! de que trata ese tal contrato —
— es la vida de él o entrega lo más Preciado —
— yo. Verdad — le dice ella enojada. — y a ti no te importo lo que yo quería, lo que yo piense y mi futuro, solo lo decidiste y ya como que yo soy un obsequio para tu trofeo!, "verdad" —
— basta ahora ere mi esposa y va hacer lo que yo diga y no quiero que vuelva a esa casa porque sino — se detuvo y no termino sus palabras.
— sino que? — le dijo ella con autoridad.
— no vas a volver a ver la luz del sol, no me retes —
— ¡no puede hacer eso! —
— claro que, tú me perteneces —
— claro que no —
Ella se a recostó de la ventana mientras el auto seguía en movimiento cuando llegaron a la casa salió del auto y tiró la puerta con fuerza, entró en la casa y fue a su habitación.
Por otro lado Dylan solo se quedó viéndola hasta que ella entró. — asegúrate de que no salga de esta casa — dijo Dylan un poco molesto.
— si señor — dijo uno de sus hombres.
El entró a la pasa y se dirigió a su oficina se sentó en su silla se a recostó en ella. — por que es tan necia? — se murmuró así mismo. En la habitación Emma estaba enojada con su padre cómo pudo haberle echo eso muy pronto me voy de aquí y no pienso volver, sacó su boleto de avión y lo escondió en su clóset.
Ya era hora de la cena y salió para dirigirse al comedor, todavía no había nadie en el comedor, entonces comenzó a escuchar una discusión que venía de la oficina de Dylan que él tenía en casa se acercó y escuchó a una mujer.
¡Era la señorita Anna!.