Bendición

Descendiendo

Los diez ancestros eran negros como la noche y se elevaban sobre el Encuentro como dioses magníficos. Todas las estatuas de piedra en la arena antigua tenían al menos unos cientos de pies de altura, pero estas alcanzaban casi los 1,000 pies. Los primeros dos tenían luces tenues y parecían estar dormidos. El tercero tenía una poderosa energía mental escurridiza.

Bobby se acercó a él, pero no hubo reacción. Se acercó a las figuras cuarta y quinta pero tampoco tuvo suerte con ellas. Estaba decepcionado. —¿Jeffrey y Sarah consiguieron los mejores? —se preguntó. No podía entender por qué se negaban a interactuar con él. Era un prodigio supremo que había obtenido muchos puntos durante la competencia. También tenía un linaje extraordinario.