Un ataque al corazón

Empujando a Sylvia, Roger puso su mano en la cintura, manteniendo la mirada fija en ella.

—Te he dicho innumerables veces que te mantengas alejada de mí —gritó Sylvia, girándose para enfrentarlo.

—¿Qué estabas haciendo adentro? —preguntó Roger, dando un paso adelante.

—Estaba tratando de conocer a June. ¿Ni siquiera puedo hacer eso? —cuestionó Sylvia.

—Estabas intentando crear una brecha. Querías mostrarle a June lo indigno que es Zayne para ella debido a lo que hacemos —afirmó Roger.

—No pienso como tú. Solo estaba siendo honesta —declaró Sylvia.

—¿Honestidad? —Roger se rió por lo bajo—. Estabas arruinando el momento alegre. Como todo está bien contigo, entonces ¿por qué no te vas a tu casa? Cuanto más tiempo te quedes aquí, más problemas puedes traer —afirmó.

—Sylvia rodó los ojos y decidió ignorarlo antes de caminar junto a él. Sin embargo, Roger agarró su brazo con firmeza, deteniéndola —No vas a entrar sino a tu casa —afirmó.