Aiden pulsó el timbre y esperó a que Roger abriera. Golpeó el suelo con su zapato, esperando pacientemente a que Roger abriera la puerta. Volvió a presionar el timbre, preguntándose si todo estaba bien con él.
Finalmente, la puerta se abrió y Roger se mostró a sí mismo. Frotándose los ojos, pasó los dedos por su pelo. —Aiden, estaba durmiendo —murmuró y se apoyó contra la pared, haciendo un gesto para que entrara.
—¿Qué le pasa a tu mano? ¿Te lastimaste? —Aiden preguntó con una mirada preocupada al entrar.
—Ahh, no. Estaba recogiendo un vaso roto y terminé lastimándome la mano. No te preocupes por eso —dijo Roger y cerró la puerta detrás de él. Le pidió a Aiden que se sentara en el sofá y le preguntó si quería beber agua.
—No. Acabas de despertar, así que deberías refrescarte. Salgamos más tarde, por la noche, a divertirnos. Demitri también se unirá a nosotros. En cuanto a Zayne, está ocupado con Jane —dijo Aiden con una sonrisa burlona.