Estoy completamente en serio

—¿Qué dijo él? —preguntó Layla a su suegra.

Evelina vaciló, dividida entre decirle la verdad a Layla o mantenerla en la ignorancia. Pero mentir no era una opción, no cuando había tanto en juego.

No había forma de que pudiera llevar a Layla afuera con ella, no cuando Lucio nunca lo permitiría. Sin embargo, si no actuaba rápidamente, Vladimir cumpliría sus amenazas. Su familia en Londres estaría en peligro.

—Diga algo —insistió Layla, frunciendo el ceño preocupada.

Tomando una profunda respiración, Evelina finalmente habló. —Layla, Vladimir quiere verte —su voz tembló ligeramente, su miedo era evidente en su voz—. Por favor, tienes que salir afuera conmigo. Si no lo haces, Vladimir dañará a mi familia en Londres. Te lo ruego —juntó sus manos en señal de desesperación.