Luego de que terminara mi laaaaargo castigo finalmente pude soltar en el suelo a Chinatsu-senpai, y aunque debía de admitir que no era pesada, fue incomodo tener que llevar en sus hombros a alguien desconocido.
"Ves, no fue tan malo, ¿verdad?" dijo mientras se estiraba como si hubiera acabado de hacer una ligera caminata en lugar de haberme puesto a prueba de esa manera.
"No sé si debería decir lo mismo", respondí, sacudiendo la cabeza mientras trataba de relajar mis hombros.
Observé cómo se acercaba a mí nuevamente, sus ojos brillando con una chispa traviesa. ¿Qué podría ser lo próximo que se le ocurriría? Me quedé pensando por un momento si estaba dispuesto a seguirle el juego.
''¿Volvemos a intentarlo?'' dijo con una linda sonrisa en su rostro.
Cuando estaba a punto de responder, la puerta se abrió de golpe, revelando al profesor de educación física, quien apareció en el umbral del gimnasio con su habitual expresión seria. Al vernos, su mirada recorrió primero a Chinatsu-senpai, que sonreía con una despreocupada calma, y luego se posó en mí, que intentaba encontrar una salida elegante para la incómoda situación.
"¿Qué está pasando aquí?" preguntó el profesor, alzando una ceja, claramente confundido por la escena ante él. Parecía preguntarse qué hacían dos estudiantes solos en la cancha sin ningún motivo aparente. Chinatsu-senpai, sin perder la compostura, dio un paso atrás y le lanzó una sonrisa inocente.
"Solo estábamos practicando un poco, profesor", respondió ella, con una voz suave y casi conciliadora, aunque su expresión no dejaba de mostrar una ligera chispa de diversión.
''Está bien, está bien. Pueden hacer lo que quieran, pero no se cansen demasiado que hoy tengo un par de cosas planeadas'' dijo mientras dejaba sus pertenencias a un lado.
''¿Que es lo que tiene preparado?'' pregunté con un poco de cautela.
''Jugarán un partido contra el equipo femenino de baloncesto'' dijo como si no fuera algo importante, pero para mi no lo era, no quisiera estar en un equipo distinto que Chinatsu-senpai.
"¿Hay alguna forma de evitarlo?", pregunté con una ligera esperanza, intentando que mi voz no sonara demasiado desesperada.
''Claro...'' dijo el entrenador con una leve sonrisa. ''Voy a preguntar antes de que inicie la clase si hay 5 personas que no quieran jugar para que el equipo femenino no se canse demasiado''
Con esa pequeña ventaja, ya tenía un plan. Definitivamente no quería ser parte de un partido complicado, especialmente si no podía estar en el mismo equipo que Chinatsu-senpai. Aunque, al mismo tiempo, la idea de quedarme fuera de la acción me parecía un poco cobarde. Pero no importaba, era lo más sensato. Al menos no tendría que esforzarme más de lo necesario.
Mientras el entrenador se alejaba para organizar la actividad, Chinatsu-senpai se acercó a mí con una expresión juguetona, sin perder la calma.
"¿Estás seguro de que quieres evitar el partido? ¿Te da miedo un poco de competencia?"
''No es miedo lo que tengo, solo que quisiera evitar la fatiga'' respondí, dejándome caer en el suelo como si el simple acto de sentarme me hubiera agotado por completo.
''¡Vamos, hay que jugar un poco!'' insistió ella, mientras tiraba de mi mano en un intento de levantarme. Pero, lamentablemente, sus esfuerzos fueron en vano.
''Estoy cansando'' dije con un tono que parecía tan convincente como la actuación de un actor experimentado.
''Pero si solo hiciste un tiro'' replicó ella, haciendo un puchero tan adorable que por un segundo me olvidé que no quería jugar.
''Imagínate mi nivel de resistencia para cansarme con solo eso''
Chinatsu-senpai suspiró y, al ver que no iba a conseguir nada más de mí, se dejó caer a mi lado, sentándose en el suelo con un gesto teatral. Unos momentos después, comenzaron a llegar los demás estudiantes, y con ellos, los miembros del club de baloncesto femenino, quienes se dirigieron directamente hacia Chinatsu-senpai, llevándosela de vuelta a la cancha.
Mientras los demás se organizaban, yo me quedé allí, observando el bullicio a mi alrededor. La forma en que Chinatsu-senpai se integraba tan naturalmente con el resto de los estudiantes, con esa sonrisa que parecía iluminar cualquier lugar al que llegara, me hacía preguntarme si yo alguna vez podría encajar así.
Finalmente, a las ocho en punto, el profesor nos reunió a todos. Con una mirada rápida, verificó que todos estuvieran presentes y, al notar que no faltaba nadie, comenzó a hablar sobre lo que tenía planeado para la clase.
"Bueno, chicos", dijo el profesor con un tono más serio, "hoy vamos a hacer un pequeño cambio. En lugar de la práctica habitual, vamos a jugar un partido amistoso contra el equipo femenino. Pero no se preocupen, no es para ponerlos a prueba, solo para disfrutar un poco del juego y mover el cuerpo. Tendrán que formar grupos de cinco, y como somos 20 estudiantes, solo se armarán tres equipos, dejando a cinco fuera. Si alguno no quiere jugar, levante la mano."
Al instante, levanté la mano sin pensarlo demasiado. No estaba dispuesto a involucrarme en un partido, especialmente no contra el equipo femenino. A mi alrededor, algunas caras conocidas hicieron lo mismo. Entre ellas, Basori, Narita y Yanami. También levantó la mano un chico con el que no había hablado mucho, un rostro que conocía de vista, pero que nunca había tenido oportunidad de conocer más a fondo, aunque sabía que se llamaba Mitsuki Ayano.
"Como veo que ustedes tienen tan poco interés en participar, serán los primeros en jugar", dijo el profesor, lanzando una mirada divertida hacia nuestro grupo.
Lo que inicialmente me había parecido una excusa perfecta para evitar el cansancio y el estrés de un partido, ahora se convertía en una pesadilla. Un sudor frío recorrió mi espalda al escuchar sus palabras.
"Genial, solo lo que me faltaba", murmuré para mí mismo, sintiendo cómo la ansiedad comenzaba a apoderarse de mí.
''Parece que no te vas a escapar'' dijo Chinatsu-senpai al ver como me acercaba a la cancha con el espíritu quebrado.
Ni siquiera respondí. ¿Qué podía decir? Estaba atrapado, rodeado de un grupo que no inspiraba precisamente confianza. Mi equipo era un desastre. Yanami era de las personas menos confiables que conocía, nunca había demostrado tener alguna habilidad física destacable. Narita era conocida por su pereza extrema, siempre buscando la forma de evitar cualquier tipo de esfuerzo. Basori, por otro lado, parecía ser todo lo contrario a una persona atlética. Y Ayano era básicamente un nerd que siempre se la pasaba leyendo.
''Eso parece'' murmuré con un leve fastidio.
Según tengo entendido en el baloncesto se lanza el balón hacía arriba, por lo que mi mejor opción era poner a Ayano como saltador.
''Oye Ayano, ¿Te parece saltar?'' dije, empujándolo levemente en un intento de darle la idea, como si mi propio esfuerzo no estuviera ni cerca de ser suficiente. No quería hacerlo yo, no tenía ni la energía ni la habilidad para ser el "saltador". Y de todos modos, él parecía ser el más dispuesto a intentarlo, o al menos eso esperaba.
''Ah, claro Ayanokouji-kun'' con eso finalmente tomé un lugar en la parte trasera de nuestro equipo, no tenía planes de interferir demasiado.
Cuando el profesor pitó el inicio del partido y el balón se lanzó al aire. Ayano fue el primero en intentar hacerse con la posesión, pero su intento de atrapar el balón fue torpe. El balón se le escapó de las manos, y una de las jugadoras del equipo femenino aprovechó la oportunidad para interceptarlo con facilidad.
Al tener el equipo rival la posesión comenzaron a realizar una serie de pases, hasta que estando cerca del área se la pasaron a Chinatsu-senpai, quien realizo un disparo preciso y sin tener ninguna clase de presión, atravesó la red limpiamente.
Bueno... con la información que había recopilado en este tiempo Narita era un lastre ya que no estaba haciendo nada, Yanami era bastante ineficaz aún haciendo un leve esfuerzo, Ayano no parecía ser bueno en los deportes ni en nada físico y Basori no podía igualar a un miembro del club.
"Es una broma", susurré para mí mismo, con los hombros caídos y la frustración comenzando a acumularse.
La única opción era tomar las riendas del juego, a pesar de que mi equipo no estaba ni cerca de ser competente.
Viendo que Narita fue quien agarró el balón para realizar el saque me acerqué a ella.
''Pásamelo chica perezosa'' dije mientras le hacía un leve gesto.
''Ya te dije que podías llamarme Gumi'' respondió mientras me daba el balón.
Al tener el balón en mis manos y ya realizado el saqué de meta procedí a realizar mi plan, que consistía en tirar desde mi propia zona.
Según los conceptos que había recopilado luego de ver el disparo de Chinatsu-senpai procedí a reproducirlo. Primero flexione las piernas, luego extendí los brazos y los posicioné para que estuvieran alineados con el aro.
''¡Detenganlo, va a tirar!'' gritó Chinatsu-senpai al ver que estaba copiando su movimiento.
Lamentablemente ya era tarde, con una precisión casi demoniaca el balón voló por el aire y con facilidad atravesó la red.
Viendo que mi tiro había funcionado Chinatsu-senpai se acercó a mi con una sonrisa.
''Parece que al final me copiaste''
''Solo fue suerte'' dije mientras intentaba quitarme el mérito.
El resto del partido se basó en el equipo de las chicas atacando como un equipo mientras yo defendía a Chinatsu-senpai, pero cuando anotaban mi equipo me pasaba el balón para que realizara mi tiro, aunque habían veces donde llegaban a intentar pararme, pero gracias a mi físico las hacía a un lado.
El marcador estaba empatado 18-18, lo que significaba que el siguiente triple decidiría el ganador.
Le tocaba sacar a mi equipo, pero estaba siendo frenado por Chinatsu-senpai.
''¿Estás seguro de que esta es tu primera vez?'' me preguntó, con una sonrisa desafiante mientras intentaba anticipar mis movimientos.
''Completamente, aunque debo de decir que jugar contigo es entretenido'' respondí mientras recibía el pase de Yanami, posicionándome en la media luna del campo.
Con el balón rebotando en mis manos, hice una finta hacia su punto ciego, esperando sorprenderla, pero no tuvo efecto. A pesar de eso, logré crear un pequeño espacio entre nosotros.
Chinatsu-senpai no se dejó impresionar por mi intento de finta. Sus ojos seguían el balón con una concentración implacable, y sabía que no podría despistarla tan fácilmente. No podía permitirme más errores.
Aproveché el poco espacio que había creado para dar un rápido paso hacia atrás, fuera de su alcance.
Respiré hondo y aproveché el mínimo espacio que había creado entre nosotras para dar un paso hacia atrás, alejándome de su defensa.
Con completa seguridad y sin que me temblara el pulso lancé el balón hacia la canasta, mi cuerpo suspendido en el aire por un segundo que se sintió eterno. El sonido del balón viajando por el aire fue lo único que escuché, hasta que el estruendoso rebote al entrar en el aro me devolvió a la realidad.
''Fue un placer jugar contigo, senpai'' dije mientras daba un suspiro de alivio, había sido bastante entretenido este partido teniendo en cuenta mi poca motivación al principio.
Extrañamente Chinatsu-senpai continuó mirando fijamente su aro, y aunque no pude descifrar sus pensamientos, estaba seguro de que parecía ser algo importante para ella, así que no la molesté mas.