Capítulo 98
Punto de Vista de Penélope
Antes de haber despertado completamente, sentí algo tocando mis labios.
No es una sensación muy cómoda. Cerré la boca subconscientemente, evitando el objeto que me molestaba.
—¡Joder... abre la boca, puta! —Era la voz de Mike, y nunca la olvidaré hasta el día que muera.
Abrí los ojos de repente. Frente a mí estaba una versión agrandada de una salchicha fucsia con venas protuberantes. Mike sostenía con cuidado su pene y lo movía sobre mis labios, y un poco de fluido rezumaba de la punta sobre mis labios.
Subconscientemente quería extender la mano para bloquearlo, pero descubrí que el hijo de puta había atado mis manos detrás de mi espalda. Mi cuerpo está bajo su control, y no puedo mover la parte superior de mi cuerpo.