Capítulo 10. EL VISITANTE DEL REY.

—Alguien quiere verlo, Su Alteza —Chad anunció, entrando en la habitación de Lucien.

Él estaba atando las cartas imperiales que había terminado de escribir. Miró a Chad —¿Quién es?

Chad se movió incómodamente —Se rehusó a irse. Hemos intentado todo lo posible para que la chica se vaya pero ella se negó, diciendo que debía ver al Rey. Es obstinada y muy persistente.

—Mmh... —Lucien se frotó la mandíbula pensativo y frunció el ceño. Luego, se levantó y caminó hacia la puerta— Dejadme ver quién es esta chica.

Chad lo siguió y juntos, caminaron a través de los grandes salones del Palacio Real hacia la entrada del mismo.

Los sirvientes y criadas se inclinaban ante él al pasar, y algunos lanzaban sus saludos respectivamente.

Una vez que entró al pasillo que conducía a la entrada, escuchó el alboroto. Los guardias forzando a una chica a irse y la chica resistiéndose mientras rogaba desesperadamente que quería ver al rey.

—Dejadla en paz —Lucien ordenó cuando se acercó.