Capítulo 289. MI MUJER. MI POSESIÓN.

—Así que, déjame dejar algo muy claro. ¿Tú, Mi Rey, casi ejecutas al hermano perdido hace mucho tiempo del Rey de Salem? —La Reina Izia, madre de la Princesa Kamara, arqueó sus cejas hacia su Rey.

Están en sus Cámaras. El Rey Valendy, detrás de su escritorio, mientras la Reina estaba sentada en la cama dándole una mirada que lograba ser tanto complacida como elegante al mismo tiempo.

El Rey Valendy carraspeó con timidez. —Bueno, ¿cómo iba yo a saber que el campesino no es un campesino después de todo, sino un Príncipe?

—Quizás, si hubieras dejado que tu hija siguiera su corazón, podríamos al menos haber notado algunos pequeños detalles que indican que ese hombre NO se comporta en absoluto como un campesino. —hizo una pausa, dejando que eso calara.

Moviendo su abanico de plumas que plegó, comenzó a abanicarse, —Tal vez, si hubieras dejado de escuchar a tu amante por un segundo y de ignorar los sentimientos de tu hija, también habrías notado algunas cosas.