Capítulo 291. ¿POR QUÉ ESTOY AQUÍ...?

La Reina había esperado y esperado y esperado, pero Chad no había regresado. Tampoco vio a Baski ni a Sally.

Su hijo debió haber escuchado sus súplicas y decidió tener un poco de piedad con ella. Oh, el dolor aún estaba allí—tan intenso—pero Danika se sentía un poco mejor.

Así que se encaminó hacia fuera del baño. En pasos cortos, firmes—lo mejor que pudo—camino a lo largo del pasillo que la llevaba a su dormitorio. Con la mano sujetando su cintura adolorida, su vientre doliendo.

Podía oír los gritos de guerra, pero sonaban tan lejanos desde las Cámaras Reales.

La preocupación la roía, sumándose a sus dolores. Preocupación por su reino. Por su Lucien. Por Baski. Por Chad. Por Sally. Por su gente. Los ministros...

—¿Cómo estarán? ¿Por qué Chad no ha vuelto? ¿Le habrá pasado algo a Sally? ¿A Baski? —El terror le apretaba la garganta.