—¡¡¡Hey!!! —Ann abrió los ojos de par en par al sentarse en la cama y antes de que pudiera pronunciar una palabra, la puerta se cerró de golpe—. ¡¡¡Que te jodan!!! —maldijo enfadada. Se levantó de la cama y rápidamente se despojó de su vestido antes de quitarse la ropa interior. Caminó hacia su equipaje y lo arrastró hasta la cama—. Así que quieres jugar con fuego, señor Marcos —sonrió maliciosamente como si pensara que él estaba jugando algún tipo de juego sucio con ella. Levantó su equipaje y lo colocó sobre la cama antes de abrirlo con la cremallera. Sonrió diabólicamente mientras tomaba sus bragas de encaje blanco y su sostén de red transparente—. Justo lo que quería —dijo antes de adentrarse en el baño.
Cerró la puerta detrás de ella y colocó su ropa interior en el gancho de la puerta antes de abrir la llave de la bañera y dejar que se llenara hasta el borde. Cerró la llave y luego se deslizó en la bañera fría, saboreando la sensación de refrescar su piel.