PUNTO DE VISTA DE ANN
—DRINGGGG. El fuerte sonido del despertador resonó y rápidamente gruñí antes de darme la vuelta en la cama y usar la almohada para taparme el oído presionándola contra mi cabeza. Anoche no pude dormir y lo último que quiero ahora es ser molestada o despertada de mi sueño.
—Vamos Ann, despierta, ¿no estás oyendo la alarma? Ya es de mañana —gritó Silver y me lanzó una almohada.
—¿No podemos dormir un poco más? —musité con la cara enterrada en la cama bajo la almohada.
—No, despierta Ann, estamos casi una hora tarde —gritó Silver y comenzó a saltar en la cama, lo que hacía difícil seguir durmiendo. Ojalá pudiera decirle que se fuera sin mí, pero esa sería la peor decisión porque sospecharía que le oculto algo.