BAJA TU ROPA INTERIOR

—Ana bajó la mirada, aspiró aire antes de mirar directamente a sus ojos —dijo—. Qué rígido estaba, él no había pronunciado ni una sola palabra mientras ella le narraba su vida pasada. Pensaba que finalmente lo había perdido. Definitivamente la odiaría después de esto, eso es lo que creía y no le culparía si tiene que levantarse e irse de este lugar, ya que podría encontrarla repugnante a sus ojos.

—Esperó a que él hablara, pero no lo hizo. Todo el lugar estaba frío y el silencio entre ellos se hacía cada vez más intenso ya que no sabía qué podría estar pensando él acerca de ella en su mente. Ahora se estaba asustando, su silencio la estaba matando y cuando no pudo esperar más, rompió el silencio y dijo —Definitivamente entenderé si me odias ahora, solo dímelo en la cara —Lo dijo con calma, ya que estaba lista para aceptar su destino. Nunca encontraría a un hombre que la amara en esta situación.