—Belladonna cerró sus manos en puños a los lados, el frío del asiento helado del carruaje ya no podía alcanzarla debido al estado mental en que esa información la había sumido.
—Parecía que habían encontrado un bache en el camino. La fuerza la lanzó hacia adelante y la bruja la sostuvo para estabilizarla, pero moverse de un lado a otro no fue suficiente para sacarla del shock en el que su cuerpo había sucumbido, del enredo de desconcierto, el abismo de confusión.
—Esto no podía estar sucediendo.
—Tal vez Alaris estaba jugando de nuevo con su mente.
—De verdad quería creer eso, pero tenía una razón para creer otra cosa, una que estaba prácticamente mirándola directo a la cara y creando dudas. El Ladrón de Novias estaba atrapado en el cuerpo de un bebé y se encontraba algo inútil en ese momento.