—Eli giró rápidamente hacia la puerta del salón, alguien se había deslizado en ese momento pero esa persona no era quien él estaba esperando.
—Era una pelirroja.
—¡Que olvide esto! Estaba harto de esperar, él iría por ella ahora.
—Si Kestra no hubiera insistido tanto en que verla antes del ritual no iba a arruinar las cosas, él habría ido a buscarla mucho antes. Aunque sí envió guardias con ella, y Sebastian había dicho que estaba bien, solo un poco nerviosa.
—Estaba empezando a sentir que algo más que nervios estaba mal, pero había tenido esa sensación por un tiempo que ahora realmente no podía confiar en ella.
—Ser paranoico había sido su rasgo principal desde que esas pesadillas comenzaron a molestarlo. Incluso había asegurado que el castillo estuviera bien custodiado para esta noche. Era como si estuviera preparado para luchar contra una invasión y al mismo tiempo atacar a un enemigo.
—¿Qué enemigo? No podía saberlo.