Capítulo 25 - Oh, Querida Fantasma Madre

Apenas había pasado un día entero, y Nadia ya se sentía más cercana a su madre de lo que jamás se había sentido a su abuelita.

Desde que había entrado en el bosque, no se había separado de su lado, salvo para atender el llamado de la naturaleza y luego volvía.

Kestra tenía tantas historias que contarle a su hija, tanto que decir en tan limitado tiempo. Las cosas habrían sido muy diferentes si hubieran estado juntas. La vida habría sido perfecta.

—Entonces, ¿quién es mi padre? —había preguntado Nadia.

Sabía que su madre solía ser la mujer mano derecha del rey y que solían estar cercanas, lo que la hacía preguntarse qué tan fuerte era su relación y si había sido producto de ella.

Para su máxima decepción, no lo era. No solo eso, sino que su madre ni siquiera sabía quién era su padre. El sentimiento picó a Nadia, pero lo dejó pasar. Estaba demasiado feliz como para ofenderse por algo ahora.