La palabra salió disparada de su boca como un carbón ardiente del que intentaba deshacerse.
—¡No!
Era la verdad, pero ¿por qué sentía arrepentimiento por decirlo?
Jazliy soltó un suspiro de alivio.
Aunque algunas personas ya le habían dicho que Belladonna había llegado con el Rey y la forma en que había salido, parecía como si estuvieran juntos, tenía que estar segura de que la persona en la que había puesto los ojos no estuviera cargando con ella, en ese sentido.