Habían pasado tres días desde que Belladonna había llegado a Inaymi, tres días desde que Aniya había intentado ayudar a su hermana y arreglar su relación fallida, tres días seguidos de completo rechazo. Belladonna estaba muy ocupada, siempre visitaba las casas de las novias del pasado y cumplía sus misiones. Era una cosa irónica para Aniya observar, considerando que su hermana era una novia también. También parecía tan cansada. Había bolsas bajo sus ojos, y Aniya lo notó sin importar lo mucho que intentara ocultarlas con una sonrisa. Deseaba poder ayudarla, hacer algo y por una vez sentirse útil hacia ella, pero Belladonna obviamente no confiaba en ella para nada.