Aniya había dicho cada palabra cuando afirmó que su vida ahora estaba en Inaymi. Belladonna le había contado todo sobre Ikrus y a Aniya no le había agradado en absoluto.
—No permitiré que nadie me aleje de mi hijo. Preferiría morir antes que ir a algún extraño Realms con alguien que fue enviado a matarme. ¿Un alma gemela? Eso suena demasiado ridículo para ser verdad.