Capítulo 23 - Un Regalo del Pasado

Un escalofrío de miedo la recorrió. Se aseguró de mantener la mirada en el suelo, pero su mano sostenía su barbilla con fuerza y la obligaba a mirarlo a través de las pequeñas redes de su velo negro, mientras sus garras se clavaban ligeramente en su piel.

Por el rabillo del ojo, vio cómo él dejaba su copa para quitarle el velo. Sus grandes ojos marrones se agrandaron de miedo, y trató de apartarse, pero su agarre era fuerte.

Las risitas de las mujeres sentadas a sus pies llenaron sus oídos junto con el susurro de Oana para que simplemente obedeciera y se sometiera a las acciones del Alfa.

Él arrancó el velo de su rostro y arrojó el pequeño trozo de tela al suelo. Sus miradas se encontraron, y de inmediato un sonido de zumbido llenó sus oídos.

Un tipo de rabia recorrió sus venas y, de repente, ya no estaba de rodillas, sino de pie, aunque inestable, pues sentía que el comedor giraba a su alrededor.