Joder. ¡No tenía tiempo para esto! Alaris cubrió la distancia entre ellos tan rápido como pudo. No era tan rápido como solía ser y ella había logrado dar un par de pasos hacia atrás antes de que finalmente la agarrara y la lanzara sobre su hombro mientras miraba a su alrededor en preparación para enfrentar cualquier bestia que pudiera salir a atacarlos.
—Me mentiste. Me traicionaste. —Su voz estaba rota ahora. Ni siquiera estaba peleando con él—. ¿Por qué? —preguntó mientras él continuaba su camino con ella sobre su hombro.
No podía esperar para salir de aquí ya. La idea de terminar con esa criatura fea con forma de estrella lo hacía retroceder.
—Teníamos tiempo.
—Sí, y a costa de una pequeña parte de mi alma. Creo que me toca decidir cómo usar ese tiempo.
—Lo pidieron. No quería dárselo, te lo dije todo