35 Hombres Cometen Errores

—Sal —dijo.

—¡Estás loca! ¡Emily, estás realmente loca! —Sophia, apenas capaz de hablar del miedo, tartamudeó.

—Sí, estoy loca. Debería estarlo —Emily respondió, ya agarrando una barra larga.

—¿Qué vas a hacer? —Sophia palideció.

—Voy a hacerte pagar por lo que hiciste hoy —dijo Emily, haciendo gestos con la barra metálica sobre su cabeza.

—¡Ayuda! —Sophia empujó a Emily y corrió hacia la puerta.

Con un golpe, la puerta de la sala fue abierta a patadas.

Nathan entró corriendo y protegió a Sophia en sus brazos. Emily se abalanzó con la barra contra su espalda.

Nathan inmediatamente agarró la barra y la lanzó a un lado.

—Nathan, sálvame, ella me va a matar... —Sophia se aferró a Nathan, llorando.

—Sophia está embarazada. Su hijo también es tu familia. ¿La odias tanto? —Nathan, con expresión severa, miró directamente a Emily.