—¡Fantasma! —gritó Herry con cautela e instantáneamente.
Vieron a un fantasma femenino parado detrás de ellos con un atuendo blanco y cabello largo cubriéndole el rostro, que no podía verse claramente.
Lentamente, ella levantó la cabeza, su cuello girando, revelando un rostro pálido con ojos grandes y sangre resbalando.
Extendió sus manos y comenzó a acercarse a Emily y Herry.
—¡Aléjate! ¡Aléjate! ¡No vengas a atraparme! ¡Atrápala a ella!
Herry estaba tan asustado que perdió el sentido y empujó a Emily hacia el fantasma antes de huir él mismo.
Aún tambaleándose por el inmenso terror, Emily fue impulsada hacia adelante con fuerza por un fuerte empujón y estaba a punto de caer sobre el fantasma femenino.