201 Ella tuvo un aborto espontáneo

Sophia sintió un dolor agudo en su vientre, seguido de un flujo de líquido cálido que bajaba por sus piernas.

Su rostro se puso pálido del dolor, y colapsó al suelo con un golpe. Pronto, un charco de sangre manchó el suelo.

—¡Ah, estás sangrando!

—Grace exclamó, señalando con enojo a Carol:

— ¡Asesina! ¡Mataste a tu nieto!

Carol estaba atónita. Sentía que algo estaba mal, como si hubiera caído en una trampa. Sin embargo, ahora Sophia sangraba, y de hecho, ella había golpeado a Sophia.

No importaba qué, Carol no podía evadir su responsabilidad.

—No lo hice... solo la toqué ligeramente...