—Bien, entiendo —James guardó la grabación—. Déjame esto a mí. No tienes que preocuparte.
—Sr. Taylor, realmente es mi bienhechor —Logan expresó su gratitud.
—Todavía tengo algunos asuntos que atender, así que te dejaré ir por ahora —James se rió a carcajadas.
—Bien, bien.
—James terminó la llamada con una risa fría —lanzando su teléfono a un lado con disgusto.
—¡Papá! ¿Ese bastardo lo admitió? —Olivia se acercó rápidamente.
—Tiene algo de cerebro —resopló James—. Sólo negó tener sentimientos por la madre de Emily, sin detallar la situación pasada. Pero está claro que es un hipócrita.
—¡Maldita sea! ¿Qué vio la madre de Emily en él? —Olivia maldijo.
—Probablemente su naturaleza trabajadora —suspiró James con pesar—. Olivia, necesitas ser perspicaz. Eres mi única hija, no dejes que esos hombres malos te engañen.
—No te preocupes, no te preocupes, tu hija es muy inteligente —Olivia palmeó su pecho con confianza.