Olivia tenía toda una serie de actividades planeadas para Emily.
Tan pronto como Emily bajó del avión, Olivia la recogió. —Te voy a organizar una fiesta de despedida de soltera.
—¿Una fiesta de despedida de soltera?
—Sí, para celebrar tus últimos momentos de libertad antes del matrimonio. Una vez casada, estarás ocupada cuidando de tu esposo e hijo, corriendo constantemente por la cocina y el baño.
Emily rió incómoda. —Olivia, no necesitas tener tanto miedo al matrimonio.
—Eso es imposible. Emily, te lo digo, no hay manera de que yo me case. Si tengo que cuidar de un hombre y ser su criada, mejor que sea Dios mismo.
Emily la fastidió, —¿Ni siquiera tu ídolo, Lucas?
Olivia alzó una ceja, manteniendo sus ojos en la carretera. —Un ídolo es solo un ídolo. Después de conocerlo, estoy aún más segura. Me gusta el Lucas de mi cabeza, no el real. Verlo todavía acelera mi corazón, pero ¿casarme con él? De ninguna manera, no va a pasar.