Tan pronto como Mandy habló, la atmósfera previamente cálida y armoniosa desapareció.
Alex suspiró:
—Mandy, solo estamos aquí para compartir una comida. ¿Qué pretendes ahora?
La gélida mirada de Mandy se fijó en Emily:
—Esa es una pregunta para nuestra querida Emily. Ella sabe exactamente lo que ha hecho.
Emily permaneció compuesta, su dulce sonrisa inalterable:
—Apenas he salido de casa estos últimos días. Oh, hace unos días sí visité la empresa del Sr. Parker para maquillar a una celebridad. ¿Es a eso a lo que te refieres?
—Emily, hacerse la tonta no te va a ayudar ahora. ¡Tu pasado está por todo internet! —Su tono era duro y agresivo.
Alex golpeó los tenedores en la mesa:
—¡Mandy! ¿Qué te pasa últimamente? ¿Qué ha hecho Emily para que sientas la necesidad de atacarla? ¡Está embarazada! Tú también lo has estado, deberías...
—Exactamente, Emily está embarazada —interrumpió Mandy—. Estoy cuestionando si este bebé es de Vicente.