—¿Estás segura de que compraste esto en el hospital? —preguntó.
Olivia asintió inocentemente. —Sí, ¿por qué te mentiría? Lo conseguí del hospital donde ingresaron a mi papá. Bastante genial, ¿verdad?
Genial era quedarse corto.
Esto era una variedad de "artículos de lujo".
Había langostas, pepinos de mar, abulón y cangrejos reales, era como si Olivia hubiera traído un bufé de mariscos a casa.
Los ojos de Emily se movían rápidamente, y rápidamente averiguó lo que estaba sucediendo.
—¿Allen visitó al Sr. Taylor en el hospital? —preguntó.
Olivia respondió casualmente mientras desempacaba las cajas. —Sí, claro. Ha estado viniendo al hospital todos los días últimamente en lugar de ir a trabajar. Pero ya lo tengo claro.
—¿Qué es lo que has averiguado?
—¡He descubierto por qué viene al hospital todos los días! —respondió emocionada.
Los ojos de Emily se agrandaron. ¿Podría ser que su ingenua amiga finalmente se había dado cuenta?