—Papá, por favor, llévame lejos de aquí. No tengo a dónde más ir... —Sophia ignoró el dolor de sus heridas y corrió hacia Logan, aferrándose a él.
Sophia no estaba mintiendo.
Ya no podía quedarse aquí más tiempo.
Todos la miraban con desprecio, y sin importar lo que hiciera, la gente aprovechaba cualquier oportunidad para ridiculizarla.
—Él había prometido darle $100,000 después de que estuvieran juntos, pero ahora ni siquiera respondía sus llamadas! —Sam la trataba como un juguete, nunca la consideraba un ser humano.
¡Ni un solo centavo de los $100,000 prometidos, y ella pasó toda la noche con él! Su cuerpo estaba cubierto de moretones, y el dolor era tan fuerte que incluso levantar su brazo se sentía como si su piel se desgarrara.
—Te has equivocado de persona. Suéltame. —Logan no hizo ningún esfuerzo por ocultar el disgusto en su rostro.
—Sí, Sophia, ¿ni siquiera puedes reconocer a tu propio papá ahora? —rió la gente alrededor.