Mandy estaba casi convencida, pero aún recordaba las veces que Grace la había engañado en el pasado. Aunque últimamente se habían acercado más, Mandy seguía siendo cautelosa. De vez en cuando, le daba a Grace unos pocos miles de dólares, pensando en ello como caridad, pero cuando se trataba de asuntos familiares serios, Mandy siempre mantenía la guardia alta.
Grace no sacaría un tema así sin motivo — tenía que tener una razón.
Mandy rodó los ojos. —Grace, solo di lo que realmente quieres.
—No quiero nada —respondió Grace con una sonrisa—. Apenas logro sobrevivir como estoy, preocupándome por dónde dormiré o comeré. ¿Cómo podría estar pensando en todo esto? Solo lo menciono para que estés atenta por ti misma.
Mandy se mostró escéptica. —¿Y cuál es tu brillante idea?
Grace bajó la cabeza y sonrió con ironía. —Es bastante simple, en realidad. Encuentra a una chica de confianza y haz que se case con Vicente. Pero esta chica tiene que ser alguien que te escuche.