Punto de vista de tercera persona
Liliana se quedó completamente helada. Luego, una pizca de vergüenza cruzó por su rostro.
Se mordió el labio inferior, con lágrimas acumulándose en sus ojos.—No viniste a la boda. No me rescataste. Me convertiste en la persona que soy hoy. ¿Tienes alguna idea de lo que he pasado estos últimos años? Tuve que soportar a mi marido saliendo toda la noche. No me amaba en absoluto. Solo pensaba que era bonita y que salir conmigo a su lado lo hacía ver bien. Era demasiado joven para tomar la decisión correcta. Me equivoqué. Tú eres el hombre con el que quiero pasar mi vida.
—¡Basta! —La cara de Cedrick estaba completamente hosca al interrumpirla con voz fría. Luego dijo—. El pasado es el pasado. No tengo nada que ver contigo de ahora en adelante. Escuché que recibiste quinientos millones de dólares de tu divorcio. ¡Es suficiente para que disfrutes el resto de tu vida!