Punto de vista de Catherine
—Blake, estábamos destinados a estar juntos poco después de nacer, ¿verdad? —le susurré.
—Tienes razón —Blake levantó mi barbilla y me besó—. Vamos a comer. Nunca tengo suficiente tiempo contigo. ¡El tiempo solo tiene sentido cuando estoy contigo!
Sonreí. Jamás me cansaría de escuchar las palabras de Blake.
Sus palabras eran más cálidas que la luz del sol.
Después de cenar, Blake de repente me atrajo hacia sus brazos. Señaló en una dirección y dijo —Tenía una sorpresa para ti. ¿Quieres verla?
—¿Qué es? —Tenía curiosidad.
—¡Cierra los ojos! —Blake miró la hora, y luego estiró sus manos y cubrió mis ojos.
Cerré mis ojos. Cuando escuché la voz baja de Blake, abrí los ojos. Entonces vi fuegos artificiales despegando desde la cima de un edificio no muy lejos de nosotros.
Miré los fuegos artificiales que florecían en el cielo. Eran gritos de belleza.
Miré emocionada al hombre detrás de mí y pregunté —¿Lo hiciste por mí?