Alice Knightsky

En la cama. Mi nuevo amo, el Alfa de Drogomor, ordenó.

Caminé hacia la cama, desnuda, avergonzada y llena de lágrimas.

Estaba a punto de perder mi virginidad, pero eso no significaba nada para el hombre que iba a arrebatármela.
***
Soy Rosalie, tengo 20 años, vendida al alfa más aterrador por mi propio padre.

Eres nada para mí más que una criadora. me dijo cruelmente.

Hace tiempo que sabía que mi amor por él era una ilusión y una estupidez. Sin embargo, era ingenua al pensar que esa era el final de la historia.

Una vez que nazca el bebé, me condenarán a muerte.
***
La gente pensó que estaba muerta, pero sobreviví.

Eres tú! Él agarró mi mano y sus ojos estaban llenos de emociones que no podía entender. Vuelve a mí, Rosalie.

Lo siento. Lo miré tranquilamente a los ojos, pero creo que te has equivocado de persona.

Vendida como Criadora del Rey Alfa

No podía poner en peligro la operación o la vida de mis hombres. Después de todo, estábamos en territorio enemigo. Decidí terminar la misión y regresar a nuestra base para planificar nuestro próximo movimiento.


Pero mientras me retiraba, sabía una cosa con certeza. Recuperaría a Rosalía.


Sin embargo, me preguntaba: ¿cómo reaccionaría ella al verme de nuevo, sabiendo lo que había planeado hacerle?


¿Había alguna manera de que ella pudiera perdonarme?


Noche tras noche, volvía al jardín de Rosalía, al acecho entre las sombras del denso dosel, esperando algo, cualquier cosa que me hiciera saber que lo que vi era real.


Capítulo 84 Lo siento, pero se ha equivocado de persona