*Xander*
Esto era un gran riesgo.
La mujer se apresuraba delante de mí, sus pies seguros y ágiles mientras saltaba las raíces que cubrían el suelo del bosque. No seguimos ningún camino, pero sabía que ella estaba consciente de hacia dónde íbamos. Desprendía las señales de alguien acostumbrado a cazar... o a ser cazado.
Se detuvo dos veces, abruptamente, cubriendo la linterna con su capa y sumiéndonos en completa oscuridad. Durante esos momentos no respiraba, ni siquiera me atrevía a moverme mientras la mujer escaneaba nuestro alrededor. Pequeñas criaturas se movían por el bosque. Los pájaros batían sus alas y sacudían las ramas sobre nuestras cabezas. Pero no había nada grande cerca, al menos según mi propia percepción y entendimiento.