Alice Knightsky

En la cama. Mi nuevo amo, el Alfa de Drogomor, ordenó.

Caminé hacia la cama, desnuda, avergonzada y llena de lágrimas.

Estaba a punto de perder mi virginidad, pero eso no significaba nada para el hombre que iba a arrebatármela.
***
Soy Rosalie, tengo 20 años, vendida al alfa más aterrador por mi propio padre.

Eres nada para mí más que una criadora. me dijo cruelmente.

Hace tiempo que sabía que mi amor por él era una ilusión y una estupidez. Sin embargo, era ingenua al pensar que esa era el final de la historia.

Una vez que nazca el bebé, me condenarán a muerte.
***
La gente pensó que estaba muerta, pero sobreviví.

Eres tú! Él agarró mi mano y sus ojos estaban llenos de emociones que no podía entender. Vuelve a mí, Rosalie.

Lo siento. Lo miré tranquilamente a los ojos, pero creo que te has equivocado de persona.

Vendida como Criadora del Rey Alfa

—Pareces que quieres matar a todos en esta sala —siseó Adrian—. ¡Relájate!


Luché contra el impulso de mirar sobre mi hombro hacia él, manteniendo mis ojos fijos firmemente en el pasillo que bajaba por el centro de los bancos, que estaba lleno hasta el borde de gente. Toda la familia de Lena estaba aquí, así como sus amigos y nuestros amigos compartidos. Los Alfas y las Lunas de prácticamente cada manada estaban presentes, y para mi sorpresa, varios vampiros. Había estado escaneando la multitud durante varios minutos, asintiendo a esas pocas personas que conocía y que estaban presentes.


Lena y Rowan se estaban retrasando un poco, al parecer.


Capítulo 148: Es nuestra boda y haremos lo que queramos