Mila
Después de dejar la zona de los renegados, sentí mi fuerza crecer. Quizás el antídoto que Soren me dio estaba funcionando y lo que estaba amortiguando mis poderes estaba siendo tratado, o tal vez acercarme al Monte Lournet y al artefacto estaba ayudando a despertar mis poderes.
Fuera lo que fuera, me sentí más suelta y más liviana.
Mi mente se abrió a posibles hechizos que podría intentar y sentí el flujo en mis venas. Sentí como si pudiera tocar una parte de mí que nunca supe que existía.
Entre más me acercaba a la montaña, más sentía que esta me atraía y me acercaba.
Si así era como me sentía cerca de todas las piezas del artefacto, podrían ser bastante fáciles de encontrar.
Para cuando llegué a la base de la montaña, el sol se estaba poniendo.
Había cazadores de recompensas detrás de mí. Les había dado esquinazo, pero necesitaba encontrar un lugar donde pudiera esconderme y mantenerme al margen por la noche.