—Esto está lejos de ser bueno —murmuré.
—¿Dylan? —preguntó Payne—. ¿Ese no es un nombre muy común? Solo puedo pensar en un Dylan.
—Y probablemente sea en el que estamos pensando también —dijo Thomas—. Suspiró y se levantó, estirando la espalda hasta que sonó.
—¿Dylan Crimson, el tercer o cuarto primo del Rey Alfa? —preguntó Payne.
—Ese mismo —Thomas estuvo de acuerdo con un asentimiento.
—Eso no es posible… ha estado desaparecido durante años —frunció el ceño Payne.
—Antes de que desapareciera, Soren y yo nos encontramos con un lobo de cuatro dedos. Luchamos y definitivamente era fuerte. Pero el conflicto no escaló —explicó Thomas—. No creo que quisiera que lo reconociéramos. Se fue corriendo.
—Pero era un gran luchador. Recuerdo que ambos estábamos impresionados y desconcertados.
—Así que, cuando volvimos de nuestra patrulla, Soren y yo investigamos. El único nombre que pudimos encontrar para un lobo de cuatro dedos fue Dylan Crimson —agregó Thomas.