Capítulo 8: Una bruja está cerca

*Jared*

Estaba mirando a dos adolescentes golpearse brutalmente, ambos cubiertos de barro hasta las orejas. Arquero daba órdenes y palabras de ánimo mientras los jóvenes se enfrentaban, trabajando en su sigilo y percepción. No parecía que hubiera pasado tanto tiempo desde que yo entré por primera vez al ring, igual de flaco y lleno de confianza como estos dos chicos.

Ahora me apoyaba en la barandilla, observando cómo mi segundo al mando lideraba las sesiones de entrenamiento que solían ser únicamente mi responsabilidad. Flexioné las manos, cerrándolas en puños. ¿Cuánto tiempo tenía ahora, cuatro meses? Cinco, como máximo.

Arquero detuvo el combate, interponiéndose entre los dos jóvenes mientras se tambaleaban y trataban de mantenerse en pie. Le mostró a uno de ellos cómo golpear sin romperse los nudillos contra la carne de su oponente, algo que desearía haber sabido antes de mi primera pelea real.